Definición:

Definición:

El cuento fantástico es aquel que,
por la suma de elementos reales y de elementos extraños e inexplicables,
hace vacilar entre una explicación natural o una sobrenatural

y deja al lector sumido en la incertidumbre.

15 de noviembre de 2010

Esta vida se está poniendo demasiado difícil

Parecería que no, pero mirando las huellas que dejé,
te vas a dar cuenta de que es verdad.
Lo hice yo.
Mirá como está todo ¿ves mi zapato? Tiene esa marca que lo distingue.
Ahora seguí la huella de sangre ¿ves?
Esta es mi última huella. Dos o tres para atrás todavía son del mismo tamaño.
Aquella parcial ya es mas grande. Y así siguen creciendo. ¿Lo ves?
Y si ves mas allá, se achican de nuevo, y quedan del mismo tamaño de ahora.
Ahí empezó todo.
Para que me entiendas, tendría que poder explicarte en pocas palabras todo lo que pasó, todo lo que me hizo, son casi tres años, imaginate.
¿Ves todavía no puedo dejar de llorar?
Pero ahora es dolor y bronca, ya no es sólo dolor.
Con decir me traicionó, no alcanza. No expresa toda la situación. El mismo hecho de que la traición sea algo tan común, o sea, mostró que no es más que un cascote cualquiera, y yo me creí que era alguien distinto ¿se entiende lo que trato de decir?
Pensar que es alguien especial, con quién realmente te entendés, y es todo mentira.
Sumale a eso, que durante todo este tiempo se comportó como un celoso patológico, y miles de veces, sin que hubiera ninguna razón aparente, se ponía hecho un basilisco.
La sonrisa que yo tenía en el corazón, se transformaba en un segundo, en un tajo sangrante. Y yo no tenía la mas puta idea de por qué.
Y después de por ahí un día o dos, me decía lo que realmente pasaba, ¿y sabés qué era? que se creía que yo miré a un tipo en el colectivo. Si, él se alucinó que yo miré a un tipo en el colectivo, entonces se puso como loco, me dijo cualquier cosa, y yo ni siquiera sabía de qué tipo estaba hablando.
Las primeras veces que pasó, yo me quedaba totalmente estupefacta, no podía creerlo. Por suerte... ¿por suerte? ... Bueno, no sé, el asunto es que con el tiempo, ya le cacé la onda, y sabía por qué se ponía así.
¿Y sabes cómo terminó todo? Casi cinco meses, o más, mientras todavía estábamos juntos, él estaba saliendo con otra mina. 
Ira, dolor, indignación, creo que en estos últimos tiempos pude conocer todos los matices del dolor, porque no es dolor y ya. Resulta que está lleno de matices el dolor. Te deseo que nunca los conozcas. Es feo. Te destruye.
Y para sumar a todo, resulta que hace algún tiempo que yo sospechaba que había otra, claro, no quería quedarme con lo que yo pensaba y cortar, porque él me lo negaba. Pasó miles de veces que se iba, todos los días, salía, y me decía vengo en un ratito, y llegaba a las 3, 4, 5 de la mañana, hasta una vez, llegó al otro día a las nueve de la noche. 
Y resulta que se iba a ver a esta mina. 
Si, ya sé, fui una pelotuda por creerle.
¿Sabés lo que es, pedirle por favor a alguien que te diga la verdad, por más fulera que sea, porque necesitas saberla? Le pedí por favor, no sé cuántas veces, y siempre me negó todo, y para peor, me decía que me amaba. 
¿Te das cuenta? Me decía que  me amaba, ¿para qué? eso no lo puedo entender...
Si, ya vi, se me empieza a agrandar todo de nuevo, perdón, voy a calmarme un poco.
Y no me voy a poner a contarte todos los maltratos, todas las peleas, todas las cagadas que se mandaba, y después me pedía perdón, y que no lo iba a hacer más, y después otra vez.
Y bueno, pasó lo que tenía que pasar.
Yo no tenía que volver hoy de la casa de mi vieja. Tenía que volver pasado mañana.
Pero necesitaba sacarme la duda, no podía seguir así.
Necesitaba saber la verdad, como se necesita el aire.
No podía seguir con esa ambigüedad adentro, me destrozaba.
Y él no era capaz de cortar con mi sufrimiento.
Volví antes.
Y los encontré juntos.
Fijate ¿ves esta huella? Es de mi pié derecho, cuando entré a la habitación, y fijate, este es el izquierdo, que da el paso. Hay una diferencia de casi 10 centímetros entre uno y otro. Bueno las demás crecieron un poco mas, y se ven mejor por la sangre.
¿El machete? Si, lo agarré de la cocina antes de entrar a la pieza.
Yo sé que es difícil de creer esto, porque ni yo lo puedo creer todavía. Por más que racionalmente veía un montón de indicios para saber que me engañaba, cuando él me decía que no era así, y que me amaba, yo le creía.
¿Podés entender eso? Yo le creía. Lo amaba y le creía.
Me arrepiento por la piba, no le tendría que... pero ella se puso adelante para que no le diera el primer machetazo a él. 
Pobre, seguramente a ella también la iba a cagar como me cagó a mi. Por eso ella tiene un corte solo, no quería hacerle nada.
¿Dónde está él? Es ese montón de carne picada... que loco, eso es lo que es ahora. 
Y pensar que ese montón de carne picada me hizo sufrir como loca.