Adoquines
apilándose en el pecho
cada vez más...
siguen llegando y se acomodan
El adentro inflexible.
Sólo las palabras pueden doler así
palabras que no esperás,
el extrañamiento de escuchar sus risotadas
cuando el filo te corta la carne,
abren hendiduras en tu sentir
Y la dureza que golpea sin pensar en tu dolor.
Andate al carajo,
dan ganas de gritar
y parece que no tenés derecho
siempre aguantar
Y por qué no te haces zurcir.
Hay veces que son las únicas respuestas posibles
cuando se pierde la verdad
Ante la hipocresía,
sólo un mazazo en los dientes,
y curtite.
Así funcionan les adaptades a este sistema del orto.
Solo el tiempo…
Pero ¿y mientras tanto?
¿quién se come tu dolor?
Me la soba…
Escribo para transformar
toda la mierda que me hacen sentir.
Tratar de exteriorizar
para que se vaya.
No sirve sufrir.
Y no me voy a dejar caer…
aunque ganas no me faltan.
Ahora necesitaría endrogarme,
resetearme,
pero no tengo con qué…
otro logro de la gestión Macri.
Ni para faso alcanza.
Las balas que más hieren son las del fuego amigo.
A tomar por culo, dicen…
Deja de ser amigo cuando las balas pican la piel.
Yo no te disparo.
No soy como vos.
Eso me queda.
Yo respeto mi palabra,
porque lleva mis ideas
que siempre hago que coincidan con mi hacer.
Quienes se cagan en las ideas,
terminan cagándosé en todo.
El fin, no justifica los medios.
Nunca.