Los preparativos para el desarrollo del Proyecto, llevaron casi un año. Tiempo suficiente para verificar, que las Obras realizadas, cumplirían su función, y esa zona, en otros momentos pantanosa, no se inundaría bajo ningún concepto.
Desalojaron a los pocos habitantes que allí vivían, en condiciones de extrema pobreza; fue cosa fácil por ser pobres, a nadie le importaban.
Se iniciaron las obras, era el Emprendimiento Inmobiliario mas ambicioso de los últimos veinte años. Era la zona mas cara de la Ciudad. Hasta ahora no se pudo aprovechar, porque un descolgado, de los que nunca faltan, logró declararla Reserva Natural.
Pero con el nuevo Gobierno, ese tipo de ingenuidades quedaban obsoletas. Ahora se estaba Construyendo una Ciudad en serio.
Los Holdings que iniciaron la obra, invirtieron sumas millonarias, pensaban sacar ganancias astronómicas. Tenían casi vendida, la mitad de las mansiones, y departamentos súper lujosos.
La puesta a punto de los terrenos fue una lucha contra el río, que, por supuesto, ganó la mano del hombre, en nombre del progreso.
De nada sirvieron los reclamos de los antiguos pobladores, algunos fueron sobornados con dos mangos, a los otros, los mas intransigentes, los apretaron, amedrentaron, asustaron, y a los pocos que seguían luchando, les armaron causas y los encanaron, o los mataron.
Transcurrido un año mas, y borrados los últimos escollos, el Megaproyecto estuvo terminado
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Para la inauguración, los festejos fueron gloriosos, algo nunca antes visto. Se gastaron fortunas, para no dejar librado al azar, el mas mínimo detalle.
Cuando la fiesta estaba en su apogeo, un leve viento del sur empezó a soplar.
A medida que transcurría la fiesta, la fuerza del viento se empezó a hacer notar.
Llegado el momento de los fuegos artificiales, se convirtió en una sudestada., que potenciada por la luna llena, formó, a dos kilómetros de la costa, una ola tan grande, que parecía un Tsunami.
Nadie lo vió venir, ni se dio cuenta de nada, hasta que la ola, con toda la fuerza del la Naturaleza, cayó sobre el Megaproyecto, apagando los fuegos artificiales; y provocó la inundación mas grande de los últimos ochenta años. Todo quedó bajo tres meros de agua, las casas mas lujosas, eran grandes y lujosas piletas.
Y los asistentes a la fiesta, debieron ser evacuados por Defensa Civil.
Con el tiempo muchas de las construcciones fueron desmoronándose, no eran, había sido, dela mejor calidad constructiva.
Volvieron de a poco, con el paso del tiempo, animales y plantas a reinstalarse en su antiguo espacio.
Y desde aquella época, ya hace casi cinco años de esto, los propietarios indignados buscan a los responsables de la empresa constructora, para que les devuelvan su dinero.
Pero nadie, absolutamente nadie, saben donde están.
Dulce patito criollo
Cada domingo, pasaba lo mismo. Se despertaba convertido en un patito. Un hermoso y tierno patito amarillo, con su brillante pico anaranjado.
Y, por supuesto, no podía salir de su habitación en todo el día. Por suerte, a la tarde, casi llegando a la noche, su cuerpo empezaba a recuperar su tamaño normal, y perdía casi todas la plumas.
Era una incomodidad terrible, para un militar de su grado, y sus antecedentes, miembro del Ejercito, despertarse cada domingo, siendo un hermoso patito.
El agua que no has de beber, por favor, por tu bien,no la contamines.
El presidente de la compañía Minera Gold Company Ink. & Co., al inaugurar la nueva fase de explotación, en el pueblito El Dorado, en el interior de la Cordillera de los Andes, y para desterrar los rumores sobre la posibilidad de contaminación de las aguas, que según los malintencionados, producía la explotación minera a cielo abierto, tomó un baso de agua, que se extrajo de una canilla, que se alimentaba de un arroyo, y lo bebió ante todos al iniciar su discurso.
A medida que tomaba, se le fue derritiendo la boca, la mandíbula, la garganta, saliendo finalmente un chorrito de agua, por un agujero que se le hizo en el estomago.
Él, nunca se enteró, que una mano anónima, desvió la cañería que tenían conectada a un bidón de agua mineral, y la conectó, de verdad, al arroyo.