Definición:

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El cuento fantástico es aquel que,
por la suma de elementos reales y de elementos extraños e inexplicables,
hace vacilar entre una explicación natural o una sobrenatural

y deja al lector sumido en la incertidumbre.

16 de junio de 2020

Dimensión QK...

Y ¿vos bichito? ¿de dónde saliste?

No te digo yo, estas qks atraviesan portales interdimensionales, a mi no me joden.

Sí, es así.

Yo estoy laburando tranquila, y de repente muevo la mano para allá y de abajo sale una qk, que aparece de la nada, y caminando como si viniera de lejos. Porque no es que estaba parada y arranca, no, viene caminando, y aparece así, en movimiento…

Ya sé que van a pensar que enloquecí por la cuarentena, pero no… a mi me gusta estar en mi casa, no tener que salir, y la cuarentena me dio la excusa que necesitaba.

¡Viste! Ahí se apareció una, la voy a pisar, porque si la dejo salen mil y después…

¡Apa!

¿Qué pasó?

Mierda, sentí como si me hubiera dado una patada de electricidad… maldita qk… ¿a dónde está?

¿Ves lo que te digo? Ahora desapareció…

Y me voy al lavadero, escucho que el lavarropa terminó el ciclo, y voy a colgar todo, antes de que se arrugue.

Me asomo por la ventana porque escucho ruidos en la calle, que con esto de la cuarentena está más que silenciosa.

Y lo que veo me deja perpleja…

La calle está como siempre, pero veo que está lleno de autos circulando, y coches tirados por camellos alados…

Juro que no estoy drogada… pero esto no puede ser real.

Listo, ya está, colapsé por el encierro y no me di cuenta, ahora estoy alucinando…

¿O será algo que tomé?

Alguien se olvidó una pepa, en algún lado y me la puse sin querer…

Ves… si con una pepa puede pasar algo así, que son bichitos visibles, imaginate con un virus que no se ve.

Por eso el tema de los contagios.

Imaginate una situación de contagios, pero en vez de ser un virus lo que se transmite, fueran pepas… interesante esa ciudad.

Pero ahora veo camellos alados que están tirando de carros… no puede ser.

Mejor me voy a ver en la tele si dicen algo…

Ok, ahora si que estamos jodides.

En la tele están discutiendo, mejor dicho argumentando sobre… no, esto si que… pero el zócalo dice “El aumento del 50% a las becas culturales, ¿es suficiente?”

Los camellos alados son más creíbles…

Pero cambio de canal, y me encuentro “Canal filosofía: Hoy materialismo vs. Idealismo.”

Ok, esto no puede ser, voy a ver en internet.

No… no voy a mirar nada en internet.

Voy a salir a la calle…

Creo que ya entiendo lo que está pasando…

Y si, salgo a la calle…

La gente camina tranquila, sin barbijo, se saludan cuando se cruzan.

Ademas de algunos autos y los camellos alados, hay unos vehículos como bicicletas, pero que caminan solas… si, caminan porque tienen piernas… dos piernas adelante y dos atrás, y caminan.

Me doy unas vueltas, y escucho pedazos de conversaciones, hago algunas preguntas lo suficientemente ambiguas para que no se den cuenta de que no entiendo nada, y sigo caminando, me siento en una mesa de bar afuera, y me traen una cerveza, porque si… porque parece que es lo que se usa. Me preguntan si quiero comer algo, y deja la carta. Miro un rato el movimiento y noto que nadie paga nada, se levantan y se van.

Cuando viene el mozo, me hago la extranjera y le pregunto como se paga, y me dice que no, que no se paga porque está todo incluido en el presupuesto, que sabe de algunos países que aún están en la etapa semisalvaje de utilizar dinero, pero que acá no.

Entonces pido comida, pido más cerve, y como, como, como… y bebo.

Es que con esto de la cuarentena, yo no tenía un mango y me quedaba encerrada en casa… no tenía ni para comer, y veía a cientos de chetos pelotudos, por la tele violando la cuarentena.

Pero acá parece que no hay pandemia…

Después de comer y beber, me levante, saludé, y me fui caminando… entré a un supermercado, y por las dudas observé, pero no, evidentemente nadie pagaba, cada uno se llevaba lo que necesitaba… así que me busqué un vino rico, algo para picotear más tarde, y algo dulce, y lo puse todo en una de las bolsas que estaban a disposición, y me encaminé de vuelta para mi casa.

Acomodé todo.

Y empecé a recorrer mi casa mirando los detalles.

Ya me di cuenta, que por pisar a la qk, me traspasé a otra dimensión… así que quiero conocer todo lo que pueda de acá, para…

Pero si hay una casa mía, un mis cosas… entonces la yo que vive acá ¿dónde está?

Pobre piba si fue a parar a mi realidad… la va a pasar para el orto…

Mi casa es casi… igual.

Son detalles los que la hacen diferente.

Miro mails, y papeles, y descubro que acá soy escritora…

Tengo tres libros publicados.

Y parece que andan bien, que gustan.

Todo se está poniendo demasiado bueno para ser real, empiezo a dudar si pasé a otra dimensión, o si estoy muerta… o drogada… eso es lo más seguro. Voy a tener que averiguar qué me endrogó, para poder conseguir más.

Y suena el teléfono… si, suena igual que allá.

¿Y este bombón quien es?

No te puedo creer que acá está…

Hola mi amor, me dice, que cómo estoy… me pregunta si me siento bien porque me escucha rara… que por qué no me dejo ver… y me doy cuenta que es una videollamada, me hago la tonta, y miro el teléfono… ¡Mirá quién es! No te puedo creer que en esta realidad se enteró de que existo… y encima me dice mi amor… naaa… estoy muerta… o dame más drogas…

Si, seguro que quiero verte… dale, vení…

Mirá dior, si esto es un sueño, no seas tan conchudo de despertarme ahora, porque se pudre.

Me baño,

me visto bonita.

Preparo algo para picar…

la bebida fría…

Yo no.

Tocan a la puerta y llega él…

tan lindo como siempre…

un beso…

qué beso…

Pasá, traje algo, que bueno, otro beso…

¿Estás bien? Te escuché rara por teléfono…

Si estoy bien…

A ver dame que esto lo ponemos acá…

Y cayó una qkita del paquete, y automáticamente la pisé…

Y acá estoy… de nuevo… tomándome sola, una birrita, encerrada, porque la cuarentena sigue por otras tres semanas.

Y vos, dior… agradecé que no creo en vos… conchudo.